21 Parejas Unidas en Matrimonio En Misa en Iglesia de Newburgh

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En una noche de felicidad matrimonial este mes, 21 parejas se unieron en sagrado matrimonio ofrecido en una misa de bodas en español, la cual fue celebrada por tres sacerdotes con la ayuda de un diácono en una iglesia parroquial en Newburgh.

La parroquia es la de San Patricio-Santa María, en donde el padre Fernando Hernández es párroco.

“Fue un día maravilloso; fue un día muy especial”, dijo el padre Marco Antonio Ortega, vicario parroquial en San Patricio, quien fuera el principal organizador y uno de los cuatro oficiantes en esta misa de bodas celebrada el 4 de octubre.

“Las parejas han completado el sacramento del matrimonio, y lo hicieron en comunidad, con 21 parejas... Esto es importante para su vida de hogar, su iglesia doméstica. Yo tengo planeado tener reuniones de seguimiento con ellos”, dijo el padre Ortega.

El padre también señaló que todas las parejas que se casaron tienen hijos, y que algunas incluso tienen hijos adultos. El añadió que algunas de las parejas venían de matrimonios civiles y otras no tenían ni matrimonios civiles ni de la Iglesia.

Ahora las parejas, la mayoría de ellas miembros de la parroquia de Newburgh, están casadas por la iglesia católica.

El padre Ortega dijo que una boda comunitaria se suma a la unidad parroquial y a la participación en la iglesia. Él dijo haber oficiado varias bodas comunitarias cuando era vicario en la parroquia de San Felipe Neri en el Bronx, típicamente para parejas hispanas con niños que buscaban completar su unión a través del sacramento.

Después de la boda de Newburgh, las parejas se reunieron para una recepción y cena y bailaron canciones de salsa y otra música que toco un disc jockey dentro del gimnasio de la vieja escuela de la parroquia. Los voluntarios de la parroquia cocinaron la cena de varios platos de pollo y arroz al estilo latino.

Las parejas tuvieron una preparación final de cuatro horas y una reunión de ensayo el 22 de septiembre. El padre Ortega dirigió la preparación matrimonial la cual duro un año.

Carlos Villaman y Clara Durán fueron una de las parejas. Ellos habían estado casados ​​por lo civil durante 25 años y tienen tres hijos adultos: una hija de 27 años y dos hijos de 24 y 19 años.

“Fue una boda comunitaria increíble, algo muy hermoso”, dijo Villaman, de 59 años, a Catholic New York en una entrevista telefónica una semana después.

“Hemos aprendido que la Iglesia no es solo acerca de ir a misa todos los domingos. Somos la Iglesia, y la Iglesia significa estar activo, estar involucrado, ayudar a mantener viva a la Iglesia... Ese fue el proyecto del padre Ortega. Eso era lo que el quería.”

La Sra. Durán, de 54 años, dijo que el día de su boda fue un día especial en el cual “seguimos el camino de Cristo”.

“Estábamos incompletos y ahora estamos completos con este sacramento. Y llegamos a conocer mejor a los demás feligreses... Esto fue una bendición de Dios”, ella dijo. “Somos discípulos del Señor”.

Victor M. Pacheco y Gloria A. López de Pacheco dijeron que participar en la boda comunitaria fue una bendición especial, ya que nunca habían tenido una ceremonia civil o por parte de la Iglesia. Ellos son padres de un hijo de 12 años, una hija que cumple 2 años en diciembre y un bebé que nacerá en enero.

La Sra. Pacheco, de 38 años, recordó que el padre Ortega alentó a las parejas de la parroquia a completar su unión doméstica a través del sacramento del santo matrimonio, y ella a su vez trató de convencer a Víctor, quien estuvo de acuerdo. “Qué ocasión tan maravillosa”, dijo la Sra. Pacheco.

“Esta boda comunitaria fue una gran idea; damos gracias al Señor”, dijo el Sr. Pacheco, de 37 años, quien agregó que él y su esposa están muy agradecidos con el padre Ortega y los otros oficiantes: el párroco, padre Fernando Hernández; diácono Thomas Neppl; y un ex vicario parroquial, el padre Sandro Leyton Rodríguez, ahora vicario parroquial en Santa Margarita de Cortona-San Gabriel, parroquia ubicada en el Bronx.